Página personal de Juan Antonio Fernández Labaña donde se muestra su trabajo como restaurador, investigador, fotógrafo y pintor.

Una obra realizada en madera tallada y policromada por la que Roque López cobró la cantidad de 2000 reales.


En el año 1811 (se desconoce la fecha) le fue encargada al escultor Roque López una imagen de San Pedro de Alcántara para el extinto convento de San Diego que había en Murcia. Una efigie de cinco palmos de altura (poco más de un metro) donde aparecería el Santo adorando la cruz, y en el lado izquierdo, un ángel con el libro sobre la calavera; y en el lado derecho, sobre el brazo, otro ángel volando con una leyenda que diría; “¡Oh feliz penitencia! Una obra realizada en madera tallada y policromada por la que Roque López cobró la cantidad de 2000 reales. Y que, afortunadamente para la investigación, aparte de estar documentada, se ha conservado, encontrándose al culto en la iglesia de San Bartolomé de Murcia, a donde fue trasladada tras la desamortización de los conventos en 1835.

Grupo escultórico al que, si os dais cuenta, falta un ángel (el que se describe junto al libro y la calavera), que ya no estaba en 1939. Otro ejemplo de obra desmembrada, cuyo elemento faltante seguramente estará en poder de algún coleccionista.Tristemente, esta imagen sería la última obra del escultor, pues la epidemia de fiebre amarilla que asoló Murcia en 1811, también acabaría con él, falleciendo en el otoño de ese mismo año, junto a cientos -miles, para ser más exactos- de personas. Como así consta en el libro de defunciones de la iglesia parroquial de San Pedro de Murcia de 1783 al 1822.Hoy, festividad de San Pedro de Alcántara, era un día perfecto para recordarlo.

Fuente de la fotografía: Archivo General de la Región de Murcia.

San Pedro de Alcántara. Roque López. Realizado para la iglesia del extinto convento de San Diego de Murcia.