Página personal de Juan Antonio Fernández Labaña donde se muestra su trabajo como restaurador, investigador, fotógrafo y pintor.

Continuación de Verde Esperanza vino, al año siguiente Los Coloraos. Una exposición organizada en 2005 por la Archicofradía de la Preciosísima Sangre de Nuestro Señor Jesucristo, y realizada en la Sala de Exposiciones de la primera planta del Casino de Murcia.

Mi segunda exposición de tema exclusivamente nazareno, dedicada en este caso a la popular procesión de Miércoles Santo, los conocidos popularmente como «Los Coloraos». Una muestra compuesta por 37 acuarelas de distintos tamaños donde por primera vez había acuarelas de 60 x 50 cm..

Repitiéndose la idea de pintar una procesión al completo, aunque recreándome en algunas escenas de la procesión en distintos puntos de la ciudad, así como en unos montajes muy personales donde saqué de su contesto cada una de las imágenes que componen los distintos Pasos de la procesión.

De ella escribió lo siguiente Carlos Valcárcel Mavor:

Juan Antonio Fernández Labaña es un joven pintor por la edad, pero un maduro pintor por las soluciones que emplea para enriquecer la interpretación de los temas elegidos. Digo esto porque, en la pintura que conozco de este artista murciano, no solo la sitúa en un realismo y figurativismo totalmente naturalista, sino porque sabe expresar no solamente el tema que elige, al que añade el entrono en que se desarrolla ese tema.

Ya, el pasado año, tuve la oportunidad de conocer su bellísima exposición sobre la procesión del Santísimo Cristo de la Esperanza, que colgó en el Salón de exposiciones del Casino de Murcia. Ahora, haciendo uso de su ágil pincelada, de su gran dominio del dibujo, de la luz, del color que cada motivo exige y precisa, vuelve al Casino con una hermosa colección de acuarelas sobre la exposición del Santísimo Cristo de la Sangre.

Reproduce, fielmente, sin abandonar su propia personalidad, todos y cada uno de los «pasos» que la integran, sobre sus tronos a hombros de sus nazarenos estantes, la cabeza de la procesión, el estandarte Mayor, la Cruz alzada, las filas de penitentes, los populares y famosos carros-bocina, el público que contempla el desfile penitente desde las sillas, el que rodea la procesión, por su profesión cada trono, electricistas y fotógrafos.

Ha reproducido, en sus magistrales acuarelas «pasos» a la salida del templo, en la plenitud de la tarde con su brillante sol, que acentúa y enciende el vivo color rojo de las túnicas. Como recoge la salida de dicho templo carmelitano de algunos «pasos», iluminados exclusivamente por la luz del alumbrado público, lo que hace que el rojo de la túnica sea apagado, oscurecido, sin perder su vigor y fuerza.

Completa, esta gran exposición, no solo por el tema sino, a la vez por la fiel y elocuente interpretación del mismo, en sus diversos momentos y parcelas, completa, iba diciendo, la magistral muestra de acuarelas, con una gran pintura de la cabeza del Santísimo Cristo de la Sangre, de impresionante realismo y veraz interpretación.

Carlos Valcárcel Mavor.