Página personal de Juan Antonio Fernández Labaña donde se muestra su trabajo como restaurador, investigador, fotógrafo y pintor.

Una imagen cuyos acabados recuerdan a otras imágenes iniciales del escultor napolitano.


A colación de la procesión del Cristo de la Paciencia, un amigo me preguntó ayer si esta escultura era una obra segura de Nicolás Salzillo. A lo que yo, sin dudarlo, le dije: Por supuesto. ¿Pero por qué sabemos que esta imagen es una obra de Nicolás Salzillo? Pues por sus acabados formales, dado que nos hallamos ante una escultura que no tiene documentación referencial al encargo (como muchas más). Y es que esta imagen presenta, desde la cabeza a los pies (peana incluida, una serie de particularidades que igualmente se encuentran en otras obras documentadas de Nicolás Salzillo.

Siendo el caligráfico acabado de las cabelleras uno de los más destacados, presente en cada una de las obras documentadas del escultor (incluida la Santa Catalina que preside este templo).

A lo que podemos sumar los personales detalles que presenta su rostro (frente, cejas, entrecejo, nariz, ojos, boca), las proporciones del cuerpo, el sistema de ensamble de brazos y piernas, la anatomía de piernas y pies, el personal sistema circulatorio, e incluso las patas de la peana (muy similares a la del documentado grupo del Arcángel San Miguel). Una imagen cuyos acabados -sobre todo el rostro- me recuerdan a otras imágenes iniciales del escultor napolitano, como las de La Cena de Lorca (inicialmente hecha para Murcia); por lo que debe tratarse de una escultura realizada, como máximo, en la primera década del escultor. Faltando únicamente poder fecharla con exactitud en base a alguna referencia documental. Teniéndola, eso sí, como obra segura, y evidente, del escultor de Santa María Capua Vetere.

Cristo de la Paciencia. Iglesia de Santa Catalina de Murcia. Foto: Juan A. Fernández Labaña.